Alfredo El Homicida Paciente

Alfredo El Homicida Paciente no encuentra placer en el apagado sonido de la hoja del puñal al deslizarse dentro de un manojo de entrañas tibias. Desdeña la inmediatez poco caballerosa de un disparo descerrajado en la sien. La adrenalina que supura incontrolablemente tras cualquier acto de violencia es tan vulgar, piensa.

Por eso, Alfredo El Homicida Paciente sublima sus negros impulsos de maneras más sutiles y, a la larga, satisfactorias. Sus proyectos suelen tomar meses, años y hasta décadas de arduo trabajo, pero él sabe que es este mismo esfuerzo el que hace que todo valga la pena.

Traduce chapuceramente el manual de una sierra eléctrica, salteándose un par de páginas. En un laboratorio de control de calidad, diluye líquidos de freno con perfume francés. Abre un consultorio psicológico y aconseja angustiantes ejercicios mentales a sus pacientes depresivos. Al programar, introduce fallas imperceptibles pero cruciales en el código de los sistemas de control aéreo. Seduce a mujeres casadas con individuos furibundamente celosos. Regentea locales de comidas rápidas, desbordantes de ácidos grasos saturados. Desarrolla sensuales y efectivas campañas publicitarias para cigarrillos rubios de nombre exótico.

Cada noche, Alfredo El Homicida Paciente sale a su balcón y se sienta a esperar. Sabe perfectamente que sólo será cuestión de tiempo.

Nueva cabecera

Los más sagaces entre ustedes habrán notado una pequeña renovación en la cabecera de este zaparrastroso blog. Aparte de la flamante imagen (que trata de seguir un poco con el motivo "rayitas diagonales" que empieza a cundir en la página), se agregó un pequeño menú para facilitar el acceso a algunas secciones. Traté de probarlo en varios tipos de combinaciones de sistemas operativos y navegadores, pero les ruego que chiflen si se me escapó algún detalle y hay algo que no les funciona del todo bien.

Aprovecho para agradecer públicamente a la autora de las espléndidas cabeceras rotativas que ocupaban ese espacio hasta ayer, a quien mantendré en el más absoluto anonimato por su expreso pedido (mezclado con amenazas varias a mi integridad física).

Y ya saben, cualquier tipo de crítica constructiva, crítica destructiva, sugerencia, aporte o desvarío mental, no duden en acercarlo mediante un polémico comentario plagado de insultos o la más discreta dirección de mail que figura ahí a la derecha. Sí, ahí.

Concentrado en cubitos

Dicen los que saben que lo difícil de escribir una novela no es elegir el trasfondo, idear la trama o desarrollar los personajes (de hecho, ya tengo todos esos temas resueltos), sino mantener la concentración necesaria a lo largo del tortuoso proceso de gestación de la obra, desde los primeros bocetos hasta el resultado final. Por eso es que decidí uy, escuchá qué lindo cómo canta ese pajarito. ¿Me afeité esta mañana? ¡Gol del Real Madrid!

A ver esas palmas

Quinto capítulo en la saga de Capo II.

Desenchufan las guitarras, se ponen reflexivos y sostienen las vocales en armonía por varios segundos. Banda de sonido ideal para este otoño que nos empieza a morder los lóbulos.

Y ya me canso de repetirlo: el catálogo entero de canciones pasadas va acumulándose en el post de presentación original. Así que, por favor, dejen de preguntármelo.

Panorama tardío

Se me escurren las seis y trece de la tarde entre las rendijas de una oficina demasiado alfombrada.

Autor estrella

Horacio desea fervientemente inventar una frase que se popularice en las conversaciones diarias de Buenos Aires, al estilo de "lo que mata es la humedad", "guarda el hilo" o la más reciente "billetera mata galán". Sus primeros intentos, sin embargo, no resultan muy populares. Todavía no escuchó niguna charla casual en el colectivo en la que alguien utilice "ojo con el gorgojo cojo" o "blandito como páncreas en avanzado estado de descomposición", las creaciones de su pluma que más lo enorgullecen.

Pero él no se amilana y sospecha que, en estos tiempos que corren, quizás la clave del éxito está en Internet. Una buena historia, accessible para todo nivel de lector pero a la vez atrapante, seguramente será reenviada una y otra vez por los correos electrónicos de oficinistas aburridos, diseminando su depurada prosa a cada rincón del planeta en forma exponencial. ¿Por qué conformarse con una modesta popularidad de barrio si se puede lograr el estrellato mundial con la misma cuota de esfuerzo?

Se sienta frente al teclado y comienza a redactar su obra maestra: la dolorosa pero esperanzada historia de un funcionario de algún país africano (¿Nigeria, quizás?), obligado a abandonar su puesto gubernamental y recurrir al exilio debido a graves problemas políticos. Decide escribir en inglés, para aumentar la cuota de realismo. Las peripecias que enfrenta su entrañable personaje al buscar desesperadamente algún socio anónimo que le permita transferir sus riquezas a una cuenta bancaria foránea, narradas en una efectiva primera persona, seguramente harán las delicias de las bandejas de entrada de propios y extraños.

Mientras desgrana línea tras línea, Horacio sonríe convencido de que, esta vez, el éxito no tardará en llegar.

Cibercrimen

Buenos Aires, 1 de Abril de 2005 - Un joven programador fue encontrado muerto por asfixia en horas de la tarde, dentro de una oficina de los suburbios de esta ciudad.

Aparentemente, los mismísimos cables que se encontraron alrededor del cuello del occiso serían los autores intelectuales y materiales del hecho, en venganza por las infrahumanas condiciones de hacinamiento en las que se los forzaba a cumplir con sus tareas.

(Fotografía de los sospechosos tomada mediante el teléfono celular de uno de los oficiales a cargo del caso)

Que no se apague este sonido

Mientras esperamos que las lides laborales nos den un pequeño respiro y vuelva la inspiración a estas páginas, sigue actualizándose el festival de Capo II en la Canción del momento.

Esta vez, algo más eléctrico y pesadito, en plan de protesta hippie (con casi 35 años de atraso, claro). Aprovechen para mover sus cabezotas al ritmo de las guitarras eléctricas, que ya retornará la tranquilidad acústica habitual de estos muchachos en las próximas entregas.

Termino recordando al estimado público que los temas anteriores seguirán acumulándose en el post de presentación original.

Instantáneas en Turdera

Luego de un prolongado período sabático repleto de trabajo (si cabe el contrasentido), este humilde rincón renace, como corresponde, en un refulgente Domingo de Pascua.

Para la ocasión, traemos a su mesa un pequeño paseo fotográfico por el hogar de los bisabuelos de Mateo, un verdadero trozo de historia viva de la bucólica localidad sureña de Turdera.

Un candelabro de peltre y, al fondo, un pasillo de techo muy alto que caminé miles de veces. El pasillo, no el techo.

Creo que jamás vi a esa aguja de la izquierda en otra posición que no fuera marcando Variable. Y supongo que está bien así .

Si se fijan con mucha atención, en uno de los espejos pueden llegar a ver parte del hombro de quien esto escribe. Fascinante, ¿verdad?

Cartel en la puerta del escritorio de Turdera

Cartel en la puerta del escritorio de Turdera

Un pequeño cartel de advertencia, por si alguien pensaba que esa puerta llevaba al baño.

Biblioteca en el escritorio de Turdera

Biblioteca en el escritorio de Turdera

No es la Biblioteca de Babel, pero tampoco se queda muy atrás. Arriesgaría que los ejemplares que se ven en esta imagen no llegan al cinco por ciento de lo que hay arrumbado en la habitación.

Decoración en la pared de la sala de Turdera

Decoración en la pared de la sala de Turdera

Me parece que esa carabina no tuvo nada que ver con la suerte de los pobres faisanes en el cuadro de la derecha, pero no podría jurarlo.

Canción del momento VII

Aprovechando que en este nuevo galpón tenemos espacio de sobra para desparramar nuestros chirimbolos a gusto, esta nueva edición de nuestra ya tradicional sección Canción del momento será múltiple y lujosa, desglosada a lo largo de varios días de puro placer sonoro.

El motivo de semejante derroche musical es que nos estaremos dedicando a la obra de un dúo del sur del Gran Buenos Aires que va a dar mucho que hablar en los más granados círculos melómanos, una vez que logren el inevitable éxito que les depara el futuro.

Se hacen llamar Capo II, en un pícaro juego de palabras entre el término guitarrístico y el hecho de que la banda cuenta con dos integrantes, como suele ocurrir en un dúo. Atentos a los modernos intereses de la muchachada de hoy y buscando hacerse un lugar en los top 40 de todas las FM de mayor audiencia, los integrantes de Capo II se inclinan por un estilo musical que hoy hace furor en todos los estratos sociales: el folk de fines de los '60 y principios de los '70. Inteligente movida de marketing, ¿verdad?

Integran este combo de puro talento don Diego Martín Octavio De Los Santos Ulloa Bordenabe III (en voces, guitarras rítmicas, teclados, armónica, percusión y ruidos varios) y Tomatito Henry Entintado Junior (en guitarra líder, bajo, batería y probablemente alguna otra cosa más que se nos escapa).

Una aclaración pertinente: el pequeño detalle de que uno de los integrantes de Capo II sea hermano de sangre de quien esto escribe (una asombrosa coincidencia) no ha influido en lo más mínimo en la selección de estos artistas para que engalanen esta página. Integridad ante todo, ése es nuestro lema. (Por contrataciones, comunicarse a esta dirección de correo electrónico)

Cada tres o cuatro días, entonces, ofreceremos a nuestra respetable audiencia un nuevo tema de estas luminarias de la escena musical local, tomados de su aún inconcluso Demo 2005, siendo grabado de a pedacitos a lo largo del año que corre. La lista de canciones, en el orden en el que se difundirán, es la siguiente:

Amigos, no queda más que recomendarles que preparen su trago favorito, suban el volumen, cierren los ojos y disfruten de estas soberbias melodías. Entintado las garantiza.

Mejores dos segundos®: ¿Cómo elegir?

Al son del tambor

Hace unos meses, Eduardo Abel Gimenez (escritor, músico, ludólogo, ludófilo, blogger en La Mágica Web y gran, gran tipo) me acercó la propuesta de participar en TamTam, uno de sus múltiples proyectos. Como ferviente admirador del sitio desde el momento de su lanzamiento, no dudé ni un segundo en aceptar. Mudanzas, trámites, vacaciones y otros asuntos mundanos fueron retrasando el comienzo de la colaboración, pero la demora no hizo más que incrementar mi entusiasmo por formar parte de tan admirable iniciativa. Finalmente, a mediados de Febrero arranqué con mis aportes, confirmando lo que sospechaba: trabajar con Eduardo es un verdadero placer y no podría estar yo más encantado con todo el asunto.

Para más detalles, pásense por la presentación oficial de Amor Entintado en TamTam.