Solemne ocasión

Bueno. Entonces.

Ésta vendría a ser la primera entrada de Amor Entintado (si no contamos todas las anteriores de prueba consistentes mayormente en la palabra aramea asdkjaskjdhalskfj repetida ad nauseam), por lo que quizás convendría entonces definir un poco de qué va a intentar a ir la cosa por acá.

No tengo idea.

Digamos, me gusta la idea del blog, como concepto general. Me gustan muchos otros blogs (y los iré poniendo acá a la derecha de su pantalla, señora), de lo más variados ellos, che. Y me gustaría mucho que este blog no se parezca a ninguno de esos. Prometería absoluta originalidad, si no fuera intrínsecamente imposible.

Imagino que hablaré de cosas que me gustan (pero no lo garantizo, porque el asco es buen motor también). Pero como mis agrados mudan más seguido que mis medias, tampoco puedo ser muy preciso. Le escaparé todo lo que pueda a los recuentos chatos de actividades diarias, a la poesía chotamente amarga, a la bajada barata de línea, a la copia descarada y descascarada, a la foto de mi mascota. Si caigo en la tentación, están autorizados a acuchillarme. Afilen sus Ginsus.

Y en este sencillo acto, el Profe Candial (Prato Murphy está con tos y no pudo venir) deja inaugurado Amor Entintado, el blog que eleva oficialmente la cuenta a "demasiados blogs de mierda".

Que Dios se apiade de todos nosotros.