Propuesta

Desde mañana, solamente para ver qué pasa, las cosas van a ser ligeramente distintas.

Las espadas se disolverán en leche exactamente un segundo después de ser desenvainadas. Ese paquete sospechoso en un rincón oscuro del Ministerio sólo contendrá papel picado de colores y el exagerado tictac de un reloj verde de juguete. Los gatillos trocarán ominosos bangs por simpáticos plings. Golpes y cosquillas serán, para todo efecto práctico, absolutos sinónimos.

Emociones fuertes, sí, pero que no sean nada más que bostezos disfrazados.

En una de ésas las realidad funciona mejor así.