Equilibrio

Para mantener una sensación de equilibrio en mi vida, siempre intento alternar actividades trascendentes con otras más triviales.

Ayer mismo, por ejemplo, compuse por la mañana una ópera en tres actos, preparé un omelette de jamón para el almuerzo, luego invadí Bielorrusia y, antes de acostarme, estornudé.