Con los ojos abiertos

Interrumpimos la magra programación habitual de estas páginas (o pantallas, mejor dicho) para informarles a los desprevenidos que don Eduardo Abel Gimenez, pope de La Mágica Web, acaba de poner a disposición del público una recopilación de textos de los inicios de su weblog (que más que weblog es un faro) en formato .PDF, llamada Todavía recuerdo la noche en que dormí bien.

Generalmente, cuando se conoce de antemano la calidad de algo (como en este caso), uno suele decir que lo recomienda con los ojos cerrados. Luego de haber pasado un largo rato perdido con todo placer entre esas páginas, puedo asegurar que se los recomiendo con los ojos bien, bien abiertos.