Temperley resiste

Temperley resiste. Moreno y Bancalari cayeron hace tiempo. Dicen que el noventa por ciento de Avellaneda está tomado. No sabemos nada de Bernal o Ezpeleta desde mediados de Abril. Los reportes que llegan desde Valentín Alsina son contradictorios. Seguimos recibiendo refugiados de la zona de Munro. Los pocos que quedan en Del Viso pasaron a la clandestinidad. La enorme mayoría ya dejó de existir. Pero a pesar de todo, y vaya uno a saber por qué, Temperley resiste.

Avisos parroquiales

El presente post debería arrancar enumerando las típicas excusas que se dan en estos casos de escasa actividad bloguera (sobreabundancia de trabajo acumulado, viajes relámpago que cansan más de lo que descansan, multiplicación de eventos relacionados con la época del año, etc.), pero ya usamos esa estrategia demasiadas veces en el pasado y debemos resistirnos a la tentación. Será cuestion de sobreponerse a tanto obstáculo y sacar tiempo (e inspiración) del bonete.

Como para no desaprovechar este espacio, vale hacer una recorrida por los sitios satelitales de Amor Entintado, algunos de los cuales tienen la suerte de estar más activos que su padre espiritual y otros, pobres, a los que les toca lucir aún más abandonados que este desolado bolichito.

  • Nos vamos acercando al centenar de fotografías publicadas en Tintografías. Pfft, como si cantidad fuera sinónimo de calidad.
  • Hablando de cosas abundantes, el cambalache de enlaces, imágenes y videos que damos en llamar Puchero de tinta ya cuenta con más de veinte (¡20!) páginas de delicioso rejunte.
  • La música del Mezcladito entintado es exactamente la misma que mencionamos hace ya un tiempo, pero lo bueno es que las canciones no vienen con fecha de vencimiento y siguen igual de frescas que el primer día. Sobran las ideas para nuevos compilados, así que en cualquier momento habrá novedades.
  • Hace largo rato que no escuchamos nada del pobre prisionero que utiliza nuestra cuenta de Twitter como vehículo de denuncia de su cruel encarcelamiento. Tememos por su vida pero no abandonamos la esperanza.

Esperemos que esta escuálida entrada sin sirva al menos como vergonzante recordatorio para el encargado de estas páginas de que necesita actualizar más seguido. Amén.

Como para que te des una idea

Sería como un tubo fluorescente que no termina de encender en el baño recién pintado del lobby de una hostería que está lejos de ser buen negocio pero cuyos dueños se resisten a dar por perdida a pesar de que alguien o algo sigue viniendo todas las noches a aullarles a las luciérnagas y comerse los postigones de madera de la planta alta con una boca de dientes chiquitos y afilados. Algo así, más o menos.

Acercamiento

A diez cuadras parece un ovillo de lana verde que rodó accidentalmente desde el sillón y quedó algo desarmado por la caída. A cien metros parece un gallo de riña, de espolones brillantes y cresta escarlata, listo para lanzarse al ataque. A veinte pasos parece el libro de recetas peruanas que le regalaste a tu mamá en el año ochenta y cuatro, abierto en la página correspondiente al ceviche de mero. Desde la puerta parece una maqueta a escala 1:500 de la Biblioteca Municipal de Bruselas. Al llegar comprobamos, con una mezcla de alivio y decepción, que era efectivamente un ovillo de lana verde que rodó accidentalmente desde el sillón y quedó algo desarmado por la caída.

A sacudir que se acaba la cosa

Porque cuando da la sensación de que todo se desmorona, por lo menos tenemos la música para tambalearnos con ritmo. Develamos hoy una edición negra del Mezcladito Entintado, rebosante de alma y sentimiento, como para negarse a dejar de mover la patita.

Y siempre recuerden que la palabra japonesa para "crisis" es la misma que para "oportunidad", así como en ucraniano "cascabel" se pronuncia igual que "forúnculo".

Terrorismo absurdo

En plena cumbre económica mundial, los intérpretes infiltrados comienzan con el plan: usan la palabra "pelota" cuando corresponde "bono", traducen "porcentaje" como "bigote", reemplazan "interés" por "helado de banana", dicen "dormir" en lugar de "devaluar". Al día siguiente, las bolsas de todo el mundo se siguen desplomando y todo el mundo es más pobre, pero por lo menos ahora se entiende mejor por qué: el Comando Subterráneo Carlitos Balá ha vuelto a atacar.

El sombrero

Me rehúso a quitármelo. Tengo planeado atravesar este páramo munido de mi ridículo bombín, esquivando a paso vivo camiones retorcidos y cadáveres humeantes, y supongo que quienes me vigilen a la distancia no tendrán problemas para seguir el zigzag de fieltro verde brillante. Pienso llevarlo tan encasquetado que el hijo de puta que al fin me alcance no tendrá otra opción que atragantarse con mil lentejuelas y una pluma antes de poder saborear la tibieza de mi cerebro.

Espero que mis futuros biógrafos no interpreten esto como un acto de rebeldía ante el horror sino más bien como un signo de la más pura vanidad. Aceptémoslo: el sombrero me queda espectacularmente bien.

Canción del momento XIX

La verdad es que, a simple vista, Joanna Newsom tiene todas las de perder. Se dedica a tocar el arpa, instrumento poco seductor si los hay. Gasta un tono de voz que oscila entre aniñado y chirriante. Sus canciones no suelen bajar de los nueve minutos de duración y en ocasiones superan el cuarto de hora sin despeinarse. ¿Y ya mencioné que toca el arpa? Con semejante prontuario, cualquier persona con un mínimo de sentido común haría muy bien en salir corriendo para el otro lado.

Sin embargo, hace largos meses que no dejo de escuchar Ys, su segundo LP, que arranca con esta canción llamada Emily:

Y aunque la reacción inicial pueda tender al aburrimiento, la indiferencia o directamente el espanto, hay algo ahí (la admirable letra enroscada, la sutileza en los arreglos, las cuerdas del legendario Van Dyke Parks, el estribillo rotundo) que en mí funciona como una especie de hechizo inevitable. Imagino que no puedo ser el único embrujado.

Foto

De izquierda a derecha: La tía Neneca, que por aquellos tiempos ni siquiera estaba casada con Julio; Lalo, todavía de pantalones cortos, mirá vos; Doña Tita, pobrecita, ya bastante enferma pero siempre de buen humor; tu prima Juli, que ya de jovencita tenía esa altura impresionante; el Emperador Galáctico B'Narx Grolwëng IV, siempre con esas armaduras cromadas llenas de luces y el sable de plasma rojo, todo tan típico de él; tu padre, usando la misma corbata que cuando nos casamos; y yo, con ese peinado ridículo que todavía no me explico cómo se me ocurría salir así a la calle.

Que no se apague la música

Aquellos dos o tres valientes que últimamente hayan osado intentar entrar en lo que solía ser el Mezcladito Entintado (nuestra popular recopilación musical de recurrente actualización) habrán notado que no funcionaba. Parece ser que los muchachos de Muxtape, el servicio que usábamos para dicho rejunte sonoro, están con algunos problemas con la RIAA por un temita de derechos y decidieron apagar todo mientras sus abogados se ocupan del asunto.

Como no somos de amilanarlos ante este tipo de inconvenientes, escarbamos un poco y fuimos a dar con Opentape, una especie de clon open source de Muxtape que uno puede instalar alegremente en su propio servidor. Todavía está bastante verde y tiene varias arrugas por planchar, pero nos sirve perfectamente para salir del paso, por lo que nos orgullecemos en informarles que el Mezcladito Entintado está vivito y coleando, y podrán encontrarlo de ahora en adelante en amorentintado.com/opentape.

Por ahora seguimos con el mismo compilado que anunciamos hace un tiempito, pero prometemos que en unos días estaremos actualizando la cosa.

Urk

El urk es, sin duda, uno de los lenguajes más difíciles de dominar. Cuenta con 620 palabras, 619 de las cuales significan lo mismo: "mi alegre balcón enrejado". El vocablo restante (justamente, "urk") se utiliza para todo el resto de los posibles conceptos a ser comunicados, distinguiéndose su significado específico en cada situación en base a tono, pronunciación, volumen, contexto, posición de las manos, hora del día, humedad relativa ambiente, color de la ropa interior, cotización del dólar, nivel de colesterol y número exacto de personas llamadas Eduardo en un radio de diez cuadras.

Precisiones

Ahí se ve que ella sonríe, festejando el chiste, pero bien puede ser una mueca nerviosa causada por el horror. De fondo hay unos arbustos que se mecen con el viento, o quizás un grupo de espectadores con la cara tapada. Las sombras largas indican claramente que es bien tarde o bien temprano. Por los atuendos y otros detalles, estimamos que la escena ocurre en algún momento entre el siglo XVII y ayer mismo. Habrá que revisar la cinta un par de veces más para poder determinar si se trata de un corto documental danés o un fragmento de la filmación de una cámara de seguridad en el aeropuerto de Guayaquil. ¿Tenemos tiempo?

Dulce nostalgia

Simplemente unas líneas para avisar que Mezcladito Entintado (el compilado musical online que armamos hace un tiempo) acaba de ser actualizado para beneplácito de la humanidad toda.

El leit motif de este nueva recopilación podría definirse como "canciones que nos gustaban y quizás nos siguen gustando a mi hermano y a mí". Recordarán algunos de ustedes a Don Tomatito Henry Entintado Junior, notable músico con el cual comparto progenitores, sangre y apellido, y a quien ya presentamos varias veces en este rincón como miembro del legendario dúo Capo II y musicalizando algún clip familiar. Pues bien, allá por los años noventa, cuando quien esto escribe todavía moraba en el hogar materno, el susodicho y el antedicho solíamos pasar las tardes arrumbados en un acogedor altillo revestido en madera que me servía de habitación y estudio, enfrascados en largas sesiones musicales. Vivíamos con hambre constante de novedades y nos daba gran satisfacción descubrir algún tema que nos gustara a ambos, llegando a veces al extremo de sacarlo de oído y someterlo a desparejas reinterpretaciones a dúo (talentosas por su lado, insalvables por el mío).

Estas canciones sirven como ejemplo de tales descubrimientos, algo teñidas por las tendencias de la época y bastante tamizadas por el tiempo. Ojalá ustedes disfruten tanto como nosotros lo hacíamos en ese entonces.

Aclaración para los lectores del futuro: como el Mezcladito Entintado es una sección en constante renovación, es muy probable que esta explicación no se aplique en absoluto a lo que ustedes estén escuchando. Sépanlo. Y sepan también que es muy raro hablarles desde el pasado, a través de esta corneta intertemporal medio oxidada.

Lunardos

Pasamos las mañanas rebotando en las paredes por los pasillos de las barracas, jugando carreras en las que no está permitido pisar el suelo. El precio de flotar al nacer son los huesos frágiles, los pulmones que silban, estos bracitos contrahechos. Nuestros duraznos son grandes y jugosos pero tienen un irremediable gusto a polvo. En las noches de tierra llena, fijamos la vista en la esfera verdosa y soñamos con jugar un partido de fútbol decente.

Preferimos el término "selenitas". "Lunardos" suena tan despectivo.